Me recuerdo comiendo algo rápido y poco saludable, porque no tenía energía para preparar otra cosa.
Durante varios años incluso estuve cenando un bol de cereales de chocolate con leche desnatada. Ahora cada vez que le pongo el bol de comida a mi perrita Zuma, me recuerdo a ella, todos los días lo mismo.
Como llegaba muy cansada de la multinacional y con poco tiempo, no me apetecía cocinar. Intentaba tirar de algunos procesados que consideraba saludables. Qué poco sabía.
Pero no te creas, que sabía perfectamente que comer saludable era la llave.
Para no estar tan cansada, para afrontar el día con más energía y hasta para no enfermar, pero aún así, no sacaba ese PUNCH para ponerme con ello.
Fui madre, y para colmo mi hija era de «hociquillo delicado» (no comía de nada), y me veía haciendo varias comidas. Resultado, más agotamiento para la mochila.
Iba inflada por la vida, una vez me cedieron el asiento en el metro de forma insistente. Te pongo en contexto de mi complexión, peso 50 kg y mido 1,65m. Pero mis digestiones eran un infierno de hinchazón, molestias abdominales, gases… un cuadro. Aún estando delgada parecía que estuviera embarazada de 4 meses.
Quería limitar el gluten, lácteos y algún otro alimento, pero se me hacía cuesta arriba, no sabía cómo hacerlo y por tanto no llegaba a ponerle solución.
Aunque tenía muchas ideas guardadas de blogs, Instagram, Pinterest, libros, revistas… en el día a día no era sencillo aplicarlo. Terminábamos comiendo o cenando siempre lo mismo.
Aún con todo esto que te cuento, en mi fuero interno, pensaba que en ocasiones cenaba o comía saludable.
Cuando hice el Master en Cocina Natural y Alimentación Consciente flipé con lo alejada que estaba de lo que era un plato saludable.
Mi idea de comer sano era comprar ingredientes raros y muy difíciles de conseguir. Los terminaba tirando porque no sabia que hacer con ellos.
Dinero a la basura.
Empezaba cada lunes, enero, primavera o septiembre con muy buenos propósitos, pero la realidad era que me ponía un día, pero al poco tiempo… Abandonaba.
Me costaba buscar la proteína fuera de lo que está estipulado como tal, más carne roja. No me gustaba nada, pero no quería tener carencias de hierro. Un clásico.
A la hora de tomar verduras mis recursos eran de lo más limitado: acelgas y judías verdes cocidas, ensaladas y poco más.
Las ideas brillaban por su ausencia.
He llegado a fustigarme mentalmente, muchísimo,
por todo esto que hacía.
Y más, habiendo pasado por un cáncer de mama.
La alimentación y los hábitos son un gran factor de riesgo para muchas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Imagínate lo que me he castigado por como me alimentaba.
Pero no es cuestión de quedarse en la culpa, si no, de buscar soluciones.
Por eso empecé a desarrollar un método a la hora de cuidarme y organizarme en la cocina.
Y al final en mi vida, porque lo que haces aquí repercute más allá.
Menos tiempo en la cocina es más tiempo para ti fuera de ella.
Un método sencillo donde no necesitas echar horas en los fogones ni estar pluriempleada para poder pagar ingredientes.
No se me ha ido la cabeza y te vas a dar cuenta en seguida.
Te cuento.
LEGOLAND®, es el parque de atracciones más increíble que he visitado jamás.
TODO está construido con unas pocas fichas de colores, TODO.
Muchas, millones. 20 millones. Fichas de varios colores y varias formas. Y con esa variedad de formas y colores, han construido un paraíso de diversión para pequeños y adultos.
Desde un dinosaurio del tamaño de un autobús, un ratoncito a tamaño real o un grupo de piratas montando un concierto.
En agosto del año pasado le regalamos a nuestra criatura unas entradas para visitarlo, nos pillaba de paso y justo era su cumple.
Recuerdo la sensación de entrar y ver todo ese espectáculo de fichas de colores. Esa inmensidad de creatividad en formato esculturas, ciudades, animales, simulación de personas…
Tuve una sensación de presión en el pecho y pensar madre mía,
¡¿Cómo puede hacer alguien algo así?!
En las atracciones, las colas no eran muy largas, tal vez 10-15 minutos. En todas ellas, había cubos y cubos de fichas para entretenerte montando lo que te surgiera.
Se veían pequeñas maravillas en escasos minutos de espera.
Cuando tienes una caja de Lego® ante ti, lo mejor es seguir el paso a paso del libro de instrucciones, si quieres llegar a construir ese barco pirata y no volverte loca en el intento.
Una vez acabado, ahí lo tienes, lista para seguir jugando y disfrutando
Es fundamental seguir esas instrucciones, y coger confianza.
De esta forma, estarás preparada para combinar piezas y hacer tus propias creaciones.
La parte más bonita de LEGOLAND® y a la cual la tienen una nave reservada, es a esa parte creativa, donde personas de todas las partes del mundo envían sus creaciones y las exponen.
¡Imaginación al poder!
Imagina piezas de colores:
Imagina la cantidad de formas y combinaciones posibles.
Imagina, encontrar esas instrucciones para hacer todas esas combinaciones paso a paso.
Eso es lo que te ofrezco en este cubo de construcciones.
Imagina tener tu nevera llena de piezas listas para usar, combinar y crear recetas, en apenas 15 minutos.
Abajo una imagen de mi nevera y un VIDEO donde te cuento lo que puedes hacer con ella.
Pues mira, puedes seguir dejándote llevar y seguir teniendo esa sensación de desesperanza cada vez que caigas en las mismas comidas de siempre.
Viendo a tu familia o a ti misma, tirar una y otra vez de esos procesados. Que sabes, os están comiendo la salud.
SPOILER :Aunque estén en la zona de refrigerados, los vistan de colores verdes muy Healthy, son ultraprocesados.
Son una muerte dulce y lenta.
Mandar todo eso a la mierda y empezar a tomar las riendas de tu salud y la de tu familia.
A través de unos sencillos conocimientos, con los que aprenderás como combinar tres piezas de colores para montar algo rápido, sencillo y creativo en tu plato.
Con un lenguaje claro y con ingredientes sencillos.
Solo tienes que seguir las instrucciones.
ALIMENTARSE MEJOR,
NO ES ALGO SECUNDARIO PARA
CUANDO CREAS QUE VAS A TENER MÁS TIEMPO.
El tiempo es el que es, 24 horas, a futuro no va a aumentar a 36 horas.
Alimentarse bien es una necesidad vital.
Alimentarse bien, a corto plazo te irá reportando beneficios, pero a largo plazo te alargará la vida.
Alimentarse bien y con una buena estructura, te hará ahorrar dinero.
Alimentarse bien te hará ganar tiempo para hacer todo aquello que quieras hacer.
Alimentarse bien, te hará ver que tus hijos, familia y tu misma enferma menos.
Alimentarse bien, te hará tener más energía y vitalidad.
Alimentarse bien, te hará tener mejor humor.
59€
(IVA incluido)
149€
(IVA incluido)
Este producto es para personas que les preocupa su salud y la de su familia.
Personas que quieren tener más tiempo libre sin renunciar a comer bien.
Si no eres de las personas de arriba, NO es para ti.
Excelente pregunta.
Las elaboraciones o construcciones, están estructuras para que con un poco de planificación puedas hacerlas en 10-20 minutos.
Si sigues las instrucciones del cubo ahorrarás viajes al supermercado, lo que supone ahorro de tiempo y dinero.
Planificar consiste en tener la nevera que te mostraba arriba, cuanto más completa mejor. Con invertir como mucho 2 horas a la semana, tendrás un buen fondo de nevera.
Todo esto te lo cuento dentro para que tu lo adaptas según tus tiempos.
Emplearás menos tiempo que con el método tradicional de plantarse delante de la nevera a las 20:00 de la noche y decir ¿Qué cenamos hoy?
De una forma muy sencilla:
Esta es una pregunta importante. Las recetas son vegetarianas y sin gluten en un 90%. Pero se adapta a cuaquiera, doy TIPs para hacerlo.
No.
Descargas el contenido y será tuyo para siempre.
Inmediatamente.
Pagas y recibes todo el material que hay dentro del CUBO.
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PDF, VIDEOS y AUDIOS.
No. Si crees que no puedo enseñarte como planificar tus semanas de forma sana, divertida y variada, no lo compres. Y tan amigas.
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